Nieva. Sin lugar a dudas un hombre cualquiera se ha puesto a pensar en las dificultades que esta situación puede llevar consigo. Es una pena, por un lado, que nuestras sensaciones ya no sean las mismas de las que teníamos cuando éramos pequeños.
En cuanto te das cuenta de tu proprio crecer, todos tus pensamientos cambian radicalmente, como tú, incluso los relativos a la nieve, una de las cosas, a mi parecer, más geniales y emocionantes que nunca hayan creado.
Incluso ahora logro acordarme de quello días que suelen anticipar las Navidades, los que yo transcurría feliz, en compañía de mi padre y de mis amigos y que nunca olvidaré: casi consigo escuchar de nuevo sus voces, las que me invitaban a jugar, formando parte de un inocente ejército de soldadillos con armas redondas, frías y blancas, o intentando dibujar en el jardín cubierto por los copos las figuras de unos pequeños ángeles.
El marco de ese cuadro, que en estos días solo puedo mirar con un poco de melancolía, es la mezcla de blanco, silencio, frescura y emoción típicos de tempo como aquellos; todos esos elementos de unen como por magia, dejando a cualquier hombre, mujer o niño un poco sorprendido y un poco feliz.: el aire es frío y pesado, a veces no consigues advirtir la realidad, ya que hasta los rumores no quierenarruinar una paz tan blanca y casi perfecta.
Nieve es blancor, frío, a veces molestia, a veces alegría, esperanza, agua, paz, bufandas, abrigos, fiestas, melancolía, o simplemente conjunto de recuerdos de una persona que empezará a crecer en cuanto le dé la gana.
Elena Reato (4E)