El pueblecito en el cual vivo está en las puras montañas. Tiene montaña por todos lados, pero también hay ríos y solo verde por todas partes. Aunque es pequeño, mi pueblecito tiene todo lo indispensable para sobrevivir: pulperías, internet, Cruz roja, un doctor, un dentista, peluqueros, una plaza y un campo para jugar bola, bares, tiendas de ropa, restaurantes y una pizzeria (a la cual aconsejo no ir… jajaja).
Las familias en Costa Rica son muuuy grandes, por lo menos hasta la generación anterior es lo más normal que tenga 6 o 7 hijos. Ahora el número está disminuyendo. La gente es muy “tica”, es decir, siempre feliz, muuuy chismosa, generosa y siempre con retraso.. jeje. La gente de aquí es muy religiosa (de hecho hay 5 iglesias para un pueblecito de 3000 almas) y también es muy respetuosa… La religión es parte integrante en todo; o sea, es algo supernormal escuchar desde a un político hasta a un chiquillo decir “gracias a dios!” o “si dios quiere”. Para personas como nosotros es algo muy extraño escucharlo, pero con el tiempo uno se acostumbra.
Algo que he notado muy diferente de Italia es que aquí son muy patrióticos. Una vez al mes se hace un acto cívico en el cole: se cantan todos los himnos, un grupo de chiquillos danzan los bailes típicos y hacen un pequeño teatro. No hay lugar donde no se encuentre una bandera de Costa Rica: en las casas, en los carros, en las tiendas…, ¡en todos lados! Por el idioma puedo asegurar que la pronunciación es completamente diferente al español refinado de España, pero ¡¡es lindísima!! No existe el sonido “c”, es decir que sea “c” o “s”, siempre se lee como “s”. Hay una variedad increíble de palabras. Cada día escucho palabras nuevas y creo que nunca voy a poder aprenderlas todas. Aquí se utiliza el “usted” con todas las personas. El tú se utiliza muy poco y solo entre jóvenes, sobre todo en la comunicación al celular o en internet. En algunas partes del país se utiliza el “vos” en vez del “ud”.
Su educación también es diferente. Algo que me gusta del colegio es la relación con los profesores. Hay mucha confianza y se tratan prácticamente como amigos, pero siempre con respeto. Una característica fundamental del tico es la vagancia (jaja). Nunca tienen ganas de hacer nada. Obvio que esto es en general aunque existen personas muy trabajadoras y todo. Aquí los muchachos están acostumbrados a trabajar desde pequeños. Saben que deben ayudar en casa, etc. Por un lado, gracias a eso son más maduros que muchos italianos, pero -por otro lado- siempre, pero siempre, están vacilando. Están de broma todo el tiempo. Se divierten muchísimo dando sobrenombres a la gente. Es muy difícil que te llamen por tu nombre. Siempre tienen un sobrenombre listo para ti… Y, bueno, aquí también los profesores a veces llaman por sobrenombre. Por ejemplo, aquí a las personas rubias se les dice “machas”. Entonces a cualquiera que tenga el pelo claro se le llama “macha” como si fuera su nombre. Si una muchacha es delgada se le dice “flaca” y muchas otras cosas más. En el ambito de la comida puedo decir que es muy monotona. Es decir: desayuno, almuerzo y cena: ¡ARROZ! Nunca falta el arroz en la mesa. Es como el pan para nosotros. De hecho el plato típico es el GALLO PINTO: arroz y frijoles envuelto con salsa. ¡¡Es deliciosooo!! También comen pasta, que llaman “fideos”, y carne y muuuchos huevos. Personalmente no he comido pescado excepto atún en lata. Bueno eso depende de la zona donde se vive porque me imagino que en la costa sí comerán mucho pescado. El pan aquí se come de manera diferente. Se le unta SIEMPRE mantequilla y la mayoría de las veces con algo más, que sea jalea o huevos pateados o frijoles, etc.
Aquí en Costa Rica no se suele comer todos juntos. Cada uno se sirve su plato cuando tenga hambre y se sienta donde sea. Algo muuuuy extraño es que nadie bebe agua, o sea todos -pero todos- toman refresco siempre. Puede ser coca-cola o agua con piña, banano o lo que sea. Aquí hay muchas frutas desconocidas en Europa. Algunas saben riquísimas y otras más o menos. Aquí la vida es bastante barata, pero no demasiado; depende de las cosas: por ejemplo, la tecnología es muy cara.
Cecilia Obbili (4E) – Enviada especial desde Costa Rica