Hoy les quiero contar una historia
que está siempre en mi memoria.
El cuento habla de una tortuga,
que quería siempre la mejor lechuga.
Si era del día anterior,
para ella era un horror.
Deseaba que todo estuviese bueno,
para que su estómago estuviese lleno.
Dejaba a los más pobres lo peor de su comida,
que a parte de la barriga tenían una triste vida.
Cuando empezó la estaciòn fría
y se quedó sola y hambrimienta,
como estaba cerrada la futería,
se cierró en casa comiendo polenta.
Claudia Brizzi (2E)