Niños y turistas pasean por las calles comiendo los típicos “churros” y “buñuelos” con chocolate y tirando petardos: en Valencia han comenzado las Fallas. Una tradición, aquella de las Fallas, que procede desde siglo XVIII cuando los carpinteros empezaron a quemar los trastos viejos sobrantes creando hogueras en la víspera del día de San José: estas hogueras que se encendían fueron llamadas “Fallas”. Con el tiempo se valoró el aspecto artístico y estético de estos monumentos hasta que se inventó la figura del Artista Fallero y se creó una competición entre las fallas de los diferentes barrios de Valencia. Esta competición para tener la mejor falla de Valencia supuso un gasto económico casi absurdo pensando, además , que en el “día de la Crema”, todos estos monumentos son quemados en frente de los turistas en parte fascinados y en parte incrédulos. Todavía, el gasto económico es casi completamente sostenido por el increíble aumento del turismo que producen las fallas : casi 1 millón de turistas que visitan Valencia y, en general, la Comunidad Valenciana en este periodo. Esta fiesta divide los Valencianos entre quien cree que sea indispensable por Valencia y quien preferiría una fiesta con menos excesos y que se acerque más a la tradición fallera. A pesar de esto, por un turista “las Fallas” es la mejor ocasión para conocer la cultura valenciana y disfrutar de un momento único en su género, una de las fiestas más grandes de Europa.
Joshua Pandolfi (4F)