Mariposa de Guernica – primer premio

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Si agita hoy, con su aleteo, el aire de Pekín, una mariposa puede modificar los sistemas climáticos de Nueva York el mes que viene.“ ( James Gleick )

Estamos en el ascensor que sube lentamente. Por fin se para. Ahora nos encontramos en la segunda planta. Entro en la sala. Allí está. Es más grande de lo que pensaba. Poco a poco me acerco. Al verlo siento escalofríos. Fuego, gemidos, llanto, tristeza, sufrimiento. Y de repente silencio. Silencio. El Guernica.

nadie puede arrancar una flor sin perturbar una estrella

En el año 1963 el meteorólogo Edward Lorenz desarolló un modelo matemático de tres ecuaciones no lineales que se ajustaban a los cálculos para realizar pronósticos climáticos. Asimismo se dió cuenta de que con tan sólo la variación mínima de un decimal se alteraban de manera notoria sus resultados. Este hecho, llevó a Lorenz a pensar en que no contemplar el simple aleteo de una mariposa en una región del planeta, lo puede llevar a un grave error en sus predicciones, pues se podría generar una catástrofe climática en otro lugar completamente distinto.

Por lo tanto “el efecto mariposa”, como Lorenz lo llamó (entre otras cosas porque al graficar su solución curiosamente ésta formaba una especie de mariposa), explica que dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema caótico, la más mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione en formas completamente diferentes.

El 26 de abril de 1937.Un día que afectó a la vida de mucha gente.El anhelo de poder ha sido varias veces la causa del sufrimiento e incluso de la muerte de mucha gente inocente. De la gente normal que nunca quería “participar” en los conflictos de los poderosos de este mundo. Guernica. Una villa en el País Vasco. No, allí no se encontraban los depósitos de armas, ni cuarteles o tropas. No fue atacada por motivos estratégicos ni era nudo de comunicaciones. Entonces ¿por qué sufrió ese ataque? La única respuesta es el poder. El poder probar los nuevos aviones alemanes en el fuego real.Y fue ese mismo poder que causó la muerte de tantos seres indefensos. El Guernica. Símbolo del horror y del sufrimiento que conlleva la guerra.

Ha sido un día bonito. Pero, ¡qué cansada estoy!Y ese sillón que parece tan cómodo. Me siento allí. Mis pensamientos no cesan.Son como el aleteo de las alas de una mariposa.

El tiempo. A veces no lo tenemos. Otras veces lo queremos detener o volver. Volver. Vivir otra vez lo olvidado. Convertirnos en los niños pequeños y disfrutar de lo bonito de la niñez. Sentir otra vez el sabor del primer beso. Pasar las noches sin sueño. Las noches de preocupaciones por las cosas que ya no tienen importancia.Ver a los que ya se han ido para siempre. Pero nuestro pasado está lleno de todos los colores. Y de los oscuros también. Veríamos las heridas de nuestro prójimo. Las heridas que nosotros hemos causado. Y ya no nos parecería tan maravilloso.¿Qué pasaría si hiciéramos un pequeño cambio y cambiáramos lo malo? ¿Cómo afectaría a nuestro futuro del pasado?

Es preciosa. Y tan frágil. Parece imposible que pueda moverse. Se me va acercando. Se hace más y más grande. Me lleva consigo. Puedo tocar sus alas suaves. Y ver los brillos de todo tipo de color. Estamos volando. Una brisa suave me está acariciando. Poco a poco entro en el maravilloso mundo de los sueños. Pero un sueño no debería de ser así. Tan frío y severo. Hay mucho fuego. Y la gente corriendo. No hay sol. Se oye sufrimiento y se ven gemidos. De repente aparece una casa. Entro. Dentro reina la desesperanza y el dolor. Hay una madre que pretende despertar a su niño. No puede. Se ha dormido para siempre.Tal como un soldado.La muerte está aquí. Y no solo ella. El fuego ya está llamando a la puerta. Otra vez aparece ella con sus alas tan frágiles.Quiero que se vaya. No es posible que sobreviva este infierno. Pero no me escucha.

Otra vez estamos a solas. La miro fijamente. Me habría gustado que no hubiera existido nunca la desesperanza, el dolor y el sufrimiento que acabo de ver. Ella asiente con su cabecita. Estoy segura ¡me entiende! Pero ¿cómo es posible? No me lo puedo creer. Sólo si….

De repente la mariposa alza el vuelo. De pronto estamos en el mismo pueblo. Ahora hace un día bonito. Veo a niños jugando por la calle. A la gente paseando. ¿Y esto? Si es la misma mujer. La mujer de aquella casa que quería despertar a su hijo…Quiero preguntárselo a la mariposa. Pero ¿dónde está? No la veo.

Me despierto. Por dios, ¡ya son las tantas! He estado durmiendo más de tres horas. Qué sueño más raro he tenido. La mariposa. El Guernica. Tengo ganas de verlas otra vez.

Entro en el museo. Estamos en el ascensor que sube lentamente. Por fin se para. Ahora nos encontramos en la segunda planta. Entro en la sala. Pero ¿dónde está? Si por la mañana estaba aquí colgado… Voy mirando a la gente que está aquí. Cerca de la puerta veo a una mujer.

Es la empleada del museo. Me acerco a ella para investigar dónde puedo ver El Guernica. Se llama Carmen , leo en la tarjeta que lleva puesta en su uniforme. -Perdone – le dirijo la palabra. -Sí, ¿cómo puedo ayudarle? – – Bueno, por la mañana he estado aquí, pero ahora no veo El Guernica. ¿Me puede decir dónde está ahora?- Me mira con cara de no entender.

-¿El Guernica? – pregunta. -Sí.- – ¿Qué es? ¿Es un cuadro?- -Claro, la obra famosa de Picasso quien la pintó después de haber sido bombardeado el pueblo Guernica por los nazis en el año 1937. Uno de los cuadros más importantes del arte español. – – Eso que me está diciendo no tiene sentido. Ningún pueblo llamado Guernica fue atacado. Usted se está equivocando. Picasso nunca pintó ese cuadro. Pero si le interesa su obra, tenemos varios de sus cuadros, por ejemplo….- Ya no la escucho. No puedo entenderlo.

Salgo del museo. Me siento en el banco. De repente la veo. Es ella. La mariposa. Vuela hacia mí. Se posa en mi hombro. Oigo una voz. – Si deseamos algo intensamente, a veces se convierte en realidad… La raza humana ha sufrido demasiado y el tiempo es un gran desconocido para la gente. Nosotras, las mariposas, somos las que mejor lo conocen. Algunas cosas, con nuestra ayuda, es posible cambiar….

Dominika Lenciová,

de la Sección bilingüe ( eslovaco – español ) “Gymnázium Mikuláša Kováča”, Eslovaquia

 

 

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