Imaginaba que este momento habría llegado, hablar de quien cada día me hace feliz.
Un ídolo es como un hermano mayor, o a veces un amigo.
Si tu ídolo sonríe, tú estás feliz; si él está triste, tú lloras; si alguien lo insulta, tú lo defiendes.
Al inicio la distancia es el obstáculo más grande, pero con el tiempo, entiendes que puedes amar de la misma manera a una persona que está a millones de kilómetros de ti y que todo es posible. Ellos te hacen llorar si ganan un premio o a veces si simplemente son felices.
Si tienes un ídolo, tu mundo es mejor.
¿Estás triste? Mira un vídeo suyo y te aseguro que te olvidarás de todo.
Yo casi conozco mejor la vida de mis ídolos que la mía, y cuando tu ídolo tiene una familia muy larga, no es tan simple acordarse de todo.
Muchos piensan que pasar mucho tiempo delante del ordenador es malo, pero no se imaginan que lo hacemos sólamente para estar junto a ellos.
Tu corazón está lleno de amor hacia ellos y una vez que empiezas a amarlos, no hay más motivos para dejarlos.
Gracias a tus ídolos puedes conocer a mucha gente que va a entrar en tu vida.
De tu ídolo conoces su carrera, su infancia, sus pasiones, su vida amorosa e incluso sus secretos de cuando era niño.
Es una de las personas más importantes de tu vida.
Cada sonrisa, palabra, movimiento, para ti es alegría.
Muchos dicen que la perfección no existe, pero en tu cabeza esta frase ha perdido su significado el día del nacimiento de tu ángel.
Si en el cole dicen una cosa que te hace recordarlo, una sonrisa se abre en tu cara.
Tienes todos sus discos y sus posters, pero a veces en tu país no los venden y por eso no puedes tenerlos en tus manos, esto obviamente no hace que lo ames menos.
Si hay un ídolo que está muy cerca de ti, perfecto, lo puedes ver muchas veces al año.
Yo tengo angelitos maravillosos que me responden casi todos los días y ven mis vídeos, el más grande me regaló también su autógrafo.
Cuando lo escuchas, o los ves bailar o actuar, se te pone la piel de gallina y lo único que quieres en aquel momento, es que no pare.
Un ídolo no lo eliges tú, si está en tu destino, tu corazón hace que lo conozcas. Cada uno de tus ídolos, si son más de uno, tiene un lugar importante en tu vida: el rey de la música, la reina del deporte o del colegio…
Si tienes un ídolo y una vez alguien te pregunta por qué eres feliz, seguramente es porque han salido las nuevas fotos que esperabas desde hace mucho tiempo.
Cada vez que llega la noticia que tu ídolo va a salir en una nueva película, tu corazón se llena de orgullo.
Puede ser que a veces te enojes con él porque responde a alguien que no lo merece, pero si piensas con más detenimiento, entiendes que seguramente ha leído tu mensaje y ha sonreído.
Si tu ídolo se va de viaje por un tiempo y deja de escribir en tu perfil, lo vas a extrañar muchísimo.
Mi ídolo, por ejemplo, a finales de 2012 ha hecho el lanzamiento de su propia marca de ropa, esto me llena de orgullo.
La más pequeña trabaja como actriz desde cuando tenía dos años, esto si que se puede llamar orgullo.
Y las mellizas, que el año pasado empezaron realmente su carrera, una cantando, la otra actuando…bien… ¡no existen palabras para decir cuánto las amo!
Si tu ídolo no es de tu país, y un día llega a tu televisión, no puedes sentirte más feliz.
La mayor parte de las veces, el fan es igual a su ídolo: loco, dulce, sonriente o fuerte.
Puede ser que en el primer instante no te guste su personaje en alguna novela, pero si realmente va a convertirse en tu ídolo, tu corazón, conseguirás conocerlo realmente.
En cada ídolo hay siempre algo que lo describe.
En el mundo hay también gente llamada “heaters”. Son simplemente personas aburridas que dedican su vida a alguien que dicen que odian, pero yo pienso que es sólamente envidia.
El amor hacia tu propio ídolo no depende de la cantidad de tiempo que pasas hablando de él o si lo conoces desde hace años; lo importante no es estar ahí desde el principio sino estar hasta la muerte.
Tu estrella es tu primer pensamiento por la mañana y el último por la noche.
Si alguna vez estás triste porque piensas: -Él no sabe que existo, no lo voy a conocer ni una sola vez – piensa en positivo; vivís bajo el mismo cielo y si encontrarlo es tu sueño más grande, si crees en esto, todo es posible, necesitas sólamente creerlo.
La música de tu ídolo te salva, te hace vivir.
Él te enseña a ser humilde, a sonreír siempre y a no perder los mejores momentos.
Si él toca algún instrumento dices. -Yo también quiero aprenderlo – y si ya lo tocas: – quiero aprender su canción con mi guitarra.
Lo peor es ver a dos fanáticos, incluso de grupos diferentes, pelearse y decir: mi ídolo es mejor, él actúa desde los 10 años, el tuyo no es conocido; esto es malo y no hay motivo para decir esas cosas porque ellos no se van a pelear por este motivo en la vida real.
En los blog muchos fans quieren recibir mensajes sólamente para decir: – Mi ídolo me respondió – pero a mí me encantaría que viesen mis mensajes para estar segura de que los leen.
Un ídolo es aquella persona que vas a apoyar y recordar durante toda la vida, aunque dentro de 15 años tengas una familia y un trabajo.
Por él vas a hacer locuras: viajar kilómetros y kilómetros, cantar frente a ellos, llenar tu habitación con imágenes suyas o simplemente amarlo; porque amar a una persona que está a millones de kilómetros de ti quiere decir tener coraje.
Mis ídolos son todo para mí, mi vida sin ellos sería diferente, gracias a cinco argentinos en mi cabeza hay un idioma más.
La única palabra que ahora les puedo decir es simplemente GRACIAS.
Por todas las sonrisas que me sacan cada día, por cada lágrima de felicidad, cada locura, cada escalofrío y cada emoción.
GRACIAS PAUMIKANDOLIETA VETRANSILLUBI!
Claudia Brizzi (1E)