Económicamente somos “cerdos”, así nos llaman los periodistas anglosajones cuando quieren referirse a Portugal, Italia, Grecia y España; países que no solamente tienen en común la cercanía geográfica, sino que destacan por sus situaciones financieras poco virtuosas.
Pero el acrónimo P.I.G.S. no solo se limita a eso: de hecho, estos países sufren de un endeudamiento ( interno y externo), un déficit publico en relación al PIB, una contracción económica y desempleo que, quien mas y quien menos, los une a todos.
Pensando ahora en mi país: Italia, y en el país donde estoy ahora: España, hay un elemento en común entre estas dos naciones relacionado con la crisis: la corrupción.
Sin reflexionar sobre el hecho de que la corrupción pueda ser una causa o una consecuencia de la crisis, este fenómeno nos indica la situación en que nos encontramos: Italia es, según el Transparency International, el país mas corrupto en Europa y uno de los primeros en el mundo y, en el último periodo, con los casos Bárcenas y Nóos, España está cayendo en el mismo error.
Si después pensamos también que la corrupción cuesta a Europa 120 mil millones cada año y que en Italia la corrupción anualmente equivale al 4 % del PIB, estaríamos hablando de que solo con este dinero en 34 años se podría extinguir la deuda pública italiana. Honestamente no entiendo como solucionar la crisis sin antes, solucionar la corrupción.
Joshua Pandolfi (4F)