Ya llegó el momento. Las clases 2º E y 2º F están listas para el gran día; el viaje de fin de curso. Las familias españolas nos esperan en Benalmádena para alojarnos una semana en sus casas. El colegio donde vamos a practicar este idioma tan hermoso es El Colegio Maravillas; lugar que acoge personas de todo el mundo. Chicos y chicas que, como nosotros, desean aprender español. A las 10:30 ya estamos en nuestras casas y, después de un rico desayuno, nos llevan a la playa o a visitar diferentes lugares andaluces. El día pasa rápido; el lunes 7 tenemos nuestra primera lección con los profesores Eugenio, Rafael, Adrián y Carolina. Por la tarde asistimos a un seminario sobre el arte español y hablamos de Gaudí, Dalí y Picasso. Terminadas las clases nos vamos juntos a la playa. Por la noche quedamos delante del Burger King y vamos descubriendo las calles de la ciudad. El martes por la mañana asistimos a clase y, por la tarde, vamos a visitar Málaga. Allí vemos el museo de Picasso y la Catedral, que nos deja con la boca abierta. Una hora y media libre para pasear e ir de compras y luego se vuelve a casa, aunque por la noche nos espera un encuentro con los churros: dulce frito típico español muy rico, pero aún lo es más acompañado de chocolate. El miércoles, como siempre a las nueve, vamos a clase y hablamos de cómo la pasamos en Málaga; después de la comida nos espera una tarde dedicada al cine. Algunos de nosotros vemos “El método”, otros con más coraje y en un aula muy pequeña ven “Los ojos de Julia”, una película de Guillermo del Toro, con una historia original y llena de escenas imprevisibles. Pasamos las últimas horas del día en la playa, relajándonos. El jueves nos vamos de excursión a Sevilla, quedamos a las 7:30 y el viaje dura dos horas. En esta ciudad visitamos la Catedral, que es la tercera más grande del mundo, observamos el indescriptible panorama desde la Giralda y entramos en los jardines del Real Alcázar. Obviamente no puede faltar la visita a la Plaza de España, que aunque estamos cansadísimos y el calor es impresionante, es el sitio que más nos gusta. Con mucho sueño a las20:30 llegamos a nuestros hogares. El viernes es un día diferente. Por la mañana vamos al mercadillo con los profesores para hacer preguntas a los vendedores sobre las cosas que se venden allí: flores, fruta de todos los tipos, ropa, bisutería, etc. Volvemos al colegio y Carolina, Eugenio y Adrián nos entregan los diplomas que confirman nuestro nivel de español B1 alto. Por la noche salimos hasta medianoche con nuestros compañeros para decir adiós a aquella maravillosa ciudad. El sábado, ya que es el último día, los profesores nos dejan el día libre, y nosotros lo pasamos en la playa; ¡seis horas de completa relajación, difrutando con la pelota y el frisbee en buena compañía! Nos reunimos por última vez en el Colegio Maravillas para despedirnos de las familias que con nosotros fueron agradables, disponibles y casi como nuestros padres. En el aeropuerto, debido a los problemas surgidos en el chek-in, no tenemos mucho tiempo para dar una vuelta, pero por suerte ya estamos en el avión. Llegamos a Milán a las 23:30 y, después de recoger nuestras maletas, nos vamos a Turín. Para nuestras familias ya es la hora de volver a abrazarnos y, felices de vernos, nos hacen muchísimas preguntas sobre el viaje. Esta experiencia nos sirvió para unirnos más, entre los compañeros y entre las dos clases, sentir en persona cómo es ser español y comer tan tarde, y hablar cada segundo este idioma tan bonito. Lo volvería a repetir una y mil veces sobre todo porque conocí a personas con las que antes no había hablado nunca, y porque España es un país muy alegre y con gente hermosa que me encantaría volver a ver algún día.
Claudia Brizzi (2E)